Nuestros cerebros son máquinas impresionantes, pero no pueden manejar todo a la vez. Hay demasiadas cosas en nuestro entorno sensorial para digerir. Para ser efectivos, debemos dirigir nuestra atención a solo una o dos tareas a la vez y adoptar una serie de hábitos de estudio para el éxito..  Si es que quisieras música para estudiar te recomendamos que estudies muy bien cuál elegir. 

Aconsejable que no te sientas tentado a realizar múltiples tareas mientras aprendes. Cada vez que te distraes y cambias de enfoque, tardas unos minutos en volver al buen ritmo de estudio. Minimiza tus distracciones y concentra tu atención en la tarea en cuestión.

Duerme bien, aprenderás bien

Aprender no es fácil, y ser capaz de concentrarse es importante para digerir información nueva y comprender conceptos. Dormir bien la noche antes de un examen, por ejemplo, hará que te sientas fresco y atento al día siguiente.

Pruébate

El «efecto prueba» es un fenómeno que funciona bien en el aprendizaje. Con este método aprendemos mucho mejor ya que ponemos a prueba a nuestro propio conocimiento. Si tienes un examen próximamente, te recomendamos que no solo vuelvas a leer tu libro de texto y/o apuntes.

En su lugar, ponte a prueba haciendo exámenes de práctica. El proceso de recuperación activa de información ayuda a que se produzca un aprendizaje más profundo.

No tienes que esperar hasta el momento del examen para averiguar ese efecto de prueba. Mientras lees tus apuntes, puedes realizarte mini pruebas, intentando recordar los puntos principales de cada tema que terminas.

Espaciado en el aprendizaje

Los maestros y los padres siempre nos dicen que amontonar el estudio es la forma incorrecta de aprender y esto es realmente así. Esta forma no es tan efectiva como espaciar el aprendizaje en días, semanas y meses. Esto se conoce como el «efecto de espaciado».

Cada vez que practicas algo, le das a tu cerebro la oportunidad de fortalecer las conexiones entre las neuronas. La práctica repetida ayuda a establecer vías neuronales fuertes para almacenar recuerdos.

Aunque no se conoce la mejor estrategia de espaciado, sabemos que un horario expansionado es mejor que una metodología intensa en un periodo reducido.

Usar ayuda para memorizar

Las nemotécnicas hacen que las cosas difíciles sean más fáciles de recordar. Puedes hacer tus propias nemotécnicas para diversos conceptos.

Por ejemplo, tal vez necesitas memorizar los gases nobles en la tabla periódica (He, Ne, Ar, Kr, Xe, Rn). Simplemente haz una frase loca y lo encontrarás mucho más fácil (por ejemplo, «él nunca discute, Krusty, un genio xenófobo».

Otra técnica usada frecuentemente por las personas en los Campeonatos Mundiales de Memoria , es la técnica del palacio de la memoria (también llamado «método de loci»).

Tu «palacio de la memoria» es un lugar que conoces bien, como tu casa o la ruta que tomas a la parada del autobús. Llena este palacio con las cosas que necesitas recordar, y luego vuelve a crear un camino que te lleve más allá de todos esos elementos.

Tanto la evidencia anecdótica como la científica demuestran que cualquiera puede mejorar su memoria con este enfoque.

Las analogías y metáforas pueden ser grandes herramientas para aprender.

Puedes crear analogías similares en tu propio estudio, y si lo combinas con un buen descanso, práctica espaciada, autoevaluación y atención, podrás llevar tu aprendizaje a otro nivel.