Formas de cuidar tu salud mental como estudiante universitario

La universidad suele ser aclamada como una de las mejores etapas de tu vida, y el 99 % de las veces, realmente lo es. Sin embargo, a veces un estilo de vida estudiantil puede afectar a tu ánimo. Con el estrés de tratar de mantenerte al día con los estudios y con tu vida social, es natural sentirse un poco abrumado. Por eso hemos recopilado algunos consejos sobre cómo cuidar tu salud mental como estudiante.

Formas de cuidar tu salud mental como estudiante universitario

1. Si te sientes estresado, habla de ello
Un problema compartido es un problema dividido. A veces, la presión de estudiar y los exámenes puede ser muy difícil de manejar: es completamente natural sentir estrés o ansiedad. Si te pasa esto, no te lo guardes. Habla con alguien, ya sea un amigo, un familiar o el tutor de tu curso. ¡Siempre habrá formas de ayudarte a sentirte mejor! Si por alguna razón no deseas hablar con alguien que conoces, puedes solicitar ayuda acudiendo a tu  médico y contándole la situación, para que te derive a un especialista en salud mental.

2. Mantente activo
La idea es terrible para algunos, pero un poco de ejercicio ligero durante 20 minutos al día es clave para ayudar con los estados de ánimo bajos, incluso si solo se trata de caminar enérgicamente. Las endorfinas que se liberan durante el ejercicio están clínicamente probadas para ayudarnos a sentirnos felices, dormir mejor y concentrarnos más.

3. Bebe con sensatez 
Lo entendemos. Para algunos, la vida estudiantil significa también mucha vida social y alguna que otra fiesta… El alcohol es un depresor en sí mismo. Vigila tus niveles de consumo y no sientas que tienes que estar intoxicado para pasar un buen rato. Si el resto bebe, no tienes porque hacerlo tú también, no te sientas avergonzado o presionado para llevar un estilo de vida que no deseas.

4. Tómate un tiempo para ti
Puede ser difícil tratar de encontrar tiempo para ti en la universidad cuando estás tratando de mantenerte al día con todo lo demás, pero trata de aliviar la presión y haz algo que disfrutes para distraerte. Mira seria favorita favorito, dibuja o escucha música. Meditar también es una excelente manera de calmar la mente, aunque solo sea durante 20 minutos al día.

5. Ponte metas pequeñas
La enfermedad mental puede hacer que las tareas más pequeñas parezcan imposibles, así que no intentes esforzarte demasiado. Haz que tu lista de tareas pendientes sea alcanzable y realista, sin importar cuán pequeñas puedan parecer las tareas. Ya sea ordenar tu habitación o escribir un párrafo de un trabajo, todas las pequeñas ganancias son importantes y te llevan un paso más allá que antes.

6. Duerme 
Es más fácil decirlo que hacerlo, lo sabemos, pero tratar de obtener algún tipo de patrón de sueño te beneficiará enormemente. La ciencia ha demostrado que un patrón de sueño regular es más beneficioso que dormir más, así que trate de acostarte y despertarte a la misma hora todos los días. Si te cuesta desconectarte, intenta escuchar algo tranquilo que te haga dormir o enciende una luz nocturna.

7. Si sabes que no eres tú mismo, reserva una cita
Si crees que algo anda mal con tu salud mental, ¡reserva una cita para ver a tu médico de cabecera tan pronto como puedas! Como dijimos anteriormente, un problema compartido es un problema reducido a la mitad y un médico estará encantado de ayudarte, sin importar cuán pequeño creas que es tu problema. Es mejor revisar y tratar de solucionarlo más temprano que tarde.