3 cosas que aprenderás viviendo en residencia universitaria La Buhaira en Sevilla

Si estás acostumbrado a tu propia habitación en casa, aprender a vivir en nuestra residencia universitaria en Sevilla, puede convertirse en un auténtico desafío. No obstante, hay varias cosas que aprenderás durante tu estancia en la residencia de estudiantes que te beneficiará en los próximos años.

1. Aprenderás a administrarte

Es probable que esta sea la primera vez que administres tu propio dinero… Aprenderás rápidamente que la vida no es sólo diversión y juegos. Piensa en el futuro: champú, pasta de dientes, refrigerios, útiles escolares, entradas para conciertos, billetes de tren, etc.  Asegúrate de cómo administras y gastas tu dinero, y haz que dure y haya suficiente para todo. Saber administrar tu dinero es una de las cosas que aprenderás viviendo en residencia universitaria y que te será útil en cada etapa de tu vida. Serás consciente de lo que valen las cosas a una edad temprana y tendrás cierta experiencia en la administración de lo que hay en tu cartera o cuenta bancaria.

2. Independencia

En nuestra residencia universitaria en Sevilla, vives bajo la atenta mirada del personal técnico de la residencia. Siempre habrá alguien para ti cuando necesites ayuda. Pero depende de ti aprovechar al máximo la sala de estudio, cumplir con los plazos e involucrarte en clubes y actividades después del día escolar y los fines de semana. Vivir en residencia de estudiantes te da cierta libertad que quizás no hayas tenido en casa, pero también tendrás que poner en práctica cierto nivel de responsabilidad. No tendrás a tus padres ahí para guiarte en una cosa u otra y eso significa que perfeccionarás tus habilidades de gestión del tiempo. Una de las cosas que aprenderás viviendo en residencia universitaria es a establecer tu propia rutina, además de determinar qué métodos y patrones de estudio funcionan mejor para ti. Descubrirás cómo equilibrar tu trabajo escolar y tu vida social. Y todo ello sin que mamá y papá te digan cómo lo tienes que hacer.

3. Respeto

Compartir un espacio con un «extraño», ya sea tu habitación, baño, salón o sala, puede ser un poco incómodo al principio. Querrás sentirte como en casa, pero siempre encontrarás a alguien en tu camino. Todo cambiará tan pronto como aprendáis a respetaros mutuamente. Establece algunas reglas básicas, sé honesto/a sobre lo que necesitas, te gusta, no te gusta y asegúrate de escuchar y mantener una mente abierta. Si surge algún problema, el personal de la residencia estará siempre ahí para ayudarte. Pero ten en cuenta que la paciencia, la comprensión y el respeto por los deseos, las necesidades y el espacio de alguien pueden ser muy útiles. Y quién sabe, tal vez ese extraño/a resulte ser tu mejor amigo/a.