Consejos para relajarse en los exámenes de selectividad

Hoy comienzan las pruebas de acceso a la universidad en Sevilla y queremos ayudaros (en la medida de los posible) algunas pautas para mantener la calma  durante las pruebas. Es natural sentirse estresado, así que no entres en pánico.  Sin embargo, si te sientes tenso o nervioso en exceso, es igualmente importante relajarte mental y físicamente, y por eso te damos algunos consejos para relajarse en los exámenes de selectividad.

Respira profundamente, libera la tensión en tu mente y afloja tu cuerpo. Si haces todo lo posible para relajarte y pensar pensamientos positivos, ¡puedes concentrarte y sobrevivir!

3 Consejos para relajarse en los exámenes de selectividad

1- Practica la autoconversación positiva. Es muy fácil cuando estás estresado tener pensamientos negativos sobre ti mismo. Sin embargo, estos no ayudan a tranquilizar tu mente durante una prueba. En su lugar, haz un esfuerzo consciente para pensar positivamente sobre tus habilidades y tu preparación para la prueba.
Por ejemplo, destierra pensamientos como: «Hay demasiadas preguntas en esta prueba»  o «No estoy preparado y no hay manera de que pueda responder a todo «.
Cuando sientas que algo así sucede, reemplázalo por uno positivo como «Sé que hay muchas preguntas aquí, pero si las leo una a una, sé que puedo responderlas bien».
Incluso un simple «¡Puedo hacerlo!» puede marcar una gran diferencia.

2- No te fijes en lo que otros están haciendo. Es posible que mires a tu alrededor y veas a otros que parecen estar pasando por la prueba sin problemas, lo que puede hacer que te sientas más estresado. O bien, es posible que veas a otras personas que se ven igualmente estresadas, lo que tampoco te hará sentir mejor. Haz tu mejor esfuerzo para mantenerte concentrado en lo que estás haciendo.
Si sientes la necesidad de quitar los ojos del examen por un momento, simplemente ciérralos y respira profundamente algunas veces.

3- Ríete un poco. Para algunas personas, el humor puede aliviar la tensión y mantenerte motivado. Podrías burlarte un poco de ti mismo, por ejemplo. O podrías pensar cosas graciosas sobre otra cosa, o alguna situación graciosa que hayas vivido recientemente, un chiste…
Dedicarte un poco de diversión puede ayudar a despejar el nerviosismo para que puedas concentrarte en la prueba.