
La memoria es falible. Los investigadores estiman que perdemos el 90% de todo lo que aprendemos inmediatamente después de aprenderlo.
Tratar de recuperar información puede ser como cavar un agujero sin una pala adecuada. Cuando nuestras mentes comienzan a absorber nueva información, hay un tiempo limitado antes de que esa información se vuelva inútil. Por varias razones, nuestros cerebros está en un proceso constante de olvido. La mayoría de los detalles que se aprenden se pierden en poco tiempo, porque el cerebro tiene espacio limitado. El cerebro no sabe realmente cómo determinar si un detalle será útil más adelante … así que simplemente lo olvida.
A lo largo del proceso de aprendizaje, tómate un tiempo para asegurarte de que recordarás la información que deseas recordar, ¡Sigue estos trucos para recordar lo que has aprendido!
6 Trucos para recordar lo que has aprendido
1. Motivate para recordar
Cuando estés interesado en un tema, es más probable que recuerdes lo que has aprendido. Motívate con autenticidad. Si es un tema que te apasiona, estás en el camino correcto. Aprender una tarea genera un impulso insaciable de aprender más. Por otro lado, si descubres que no estás motivado para aprender algo, tu cerebro estará menos interesado (y, por lo tanto, será menos probable que puedas recordar). Cuando selecciones un tema que sabe que encontrarás atractivo, tendrá mayor oportunidad de recordarlo todo.
2. Concentrarte para recordar
La concentración utiliza gran cantidad de capacidad cerebral. Si estás fatigado o distraído, es muy difícil retener información en la memoria. Establece un espacio pacífico sin distracciones cuando te sumerjas en el proceso de aprendizaje, y será más probable que recuerdes los detalles que has aprendido.
3. Estudia antes de acostarte y después de despertarte
El mejor momento para aprender, o para revisar la información que has aprendido, es justo antes de irte a dormir y justo cuando te despiertas. Antes de irte a la cama y justo después de levantarte, el cerebro secreta sustancias químicas diseñadas para hacer que tu memoria sea más concreta. En otros momentos del día, la mente refresca continuamente el contenido de tu memoria a corto plazo (lo que le hace olvidar cosas). También durante el día, tu mente está sobrecargada con información constante, por lo que no hay mucho espacio para nada nuevo.
4. Enseña lo que has aprendido
Los maestros cometen errores. Cuando fallan o cometen un error, tienen que aprender a corregir el error. Y los errores son buenos. La investigación muestra que cuando cometes un error mientras enseñas, debes regresar y verificar la información, lo que lo te familiariza aún más con el tema. Además, cuando el aprendizaje es difícil, tu rendimiento es máximo y es más probable que recuerdes la información más adelante. Debido a que la enseñanza requiere una gran concentración, tu cerebro aumenta la capacidad de absorción de memoria. Así que enseña lo que has aprendido.
5. Repetición, Repetición, Repetición
Repetir una actividad, proceso o detalle puede ayudarte a recordarla. Si incorporas lo que quieres recordar en una actividad diaria, tienes una probabilidad exponencial de recordarla. Al realizar una tarea diaria, no tendrás ningún problema en conjurar la información cuando la necesites.
6. Reflexiona sobre lo que has aprendido
Dedica solo 15 minutos a reflexionar sobre lo que aprendió al final del día. Esto aumentará tu confianza en el proceso de aprendizaje, ya que está recordando la información. Tu proceso se ampliará aún más: estarás ansioso por volver a aprender al día siguiente, poniendo más esfuerzo en tus actividades y en lo que aprendes.
Deja una respuesta